Cuando uno piensa en
india lo primero que le viene a la cabeza es el contraste de colores y
olores por sus telas, tintes y especias…
Bien, para no engañarnos, es cierto que lo que más
impresiona al llegar a India son los colores y olores, pero a mierda, el
impacto es duro desde la salida del aeropuerto. Iba mentalizado para que la miseria
no me afectases, es imprescindible, es muy dura la situación de pobreza. Ancianos
y niños arrastrándose como zombies por las calles llenas de toda clase de
desperdicios y sin ningún control u orden.
Tengo que reconocer que la llegada a Nueva Delhi me dejó muy
tocado y pensé que había cometido un error, pero poco a poco mi impresión fue cambiando
con el transcurso de los acontecimientos.
Llegue a Nueva Delhi tras un interminable vuelo desde Madrid
que paró un par de horas en Milán a recoger gente donde no nos dejaron
desembarcar, luego una escala de otro par de horas en Arabia saudí, Para los
fumadores decir que en este aeropuerto solo se permite fumar dentro de la sala
VIP y como imagináis no es mi caso, pero tuve suerte, conocí a una chica que
compartía vuelo conmigo, Debla, es de Madrid y está enamorada de India, creo
que era su 3º o 4º viaje allí, me di cuenta de que me iba a ser de ayuda nada
más conocerla cuando convenció al tipo de la recepción de la sala VIP para que
me dejase pasar a fumar ¡una mujer convenciendo a un hombre para que se salte
las normas en arabia saudí! Supongo que el tío flipó al ver que una mujer
hablaba, no me lo explico de otra manera por que el menosprecio a la mujer era
patente incluso dentro del aeropuerto.
Al llegar a Nueva Deli me despedí de Debla no sin antes
intercambiar números de teléfono y comenzó el caos.
Al salir del moderno aeropuerto los taxistas te acosan,
llegue a un acuerdo con uno para que me llevase al main bazar donde tenía
reservada una habitación, parece que es la zona de hoteles más económicos para
turistas, normalmente no reservo antes de llegar pero por tranquilidad decidí
reservar la primera noche para tener un sitio donde dejar las cosas y poder
investigar un poco más tranquilo sin mochila.
Bien, ni que decir tiene que no me dejaron llegar a mi
hotel, entre el mas caótico tráfico que he visto en mi vida el taxista me hizo
el lio, por lo visto es habitual allí, me llevo a una oficina de turismo que Según
el era “oficial” alegando que el main bazar tiene callejuelas muy estrechas y
no podían meterse por allí a buscar mi hotel.
Una vez en la oficina su intención era venderme alguna de
las muchas excursiones por el Rajastán que me ofrecía antes de que pudiese
comparar precios, yo le explicaba al buen hombre que mi presupuesto era bajo y
que no me podía permitir algo así solo, pero como siempre en estos casos el
hombre entendía solo lo que le interesaba. Por suerte ya me habían explicado
que no te ponen las cosas fáciles para viajar en tren o autobús en las
agencias, me decían que los trenes estaban suspendidos por la niebla y para dar
credibilidad a su historia me pasaron por teléfono con quien decía ser del
hotel donde tenía mi reserva que me dijo que no tenían habitación para mí
porque se habían suspendido vuelos por la niebla y gente que tenía que haber
dejado sus habitaciones no lo había hecho por lo que me dieron habitación en
otro hotel.
Por lo que descubrí después el hotel al que me llevaron
estaba de puta madre comparado con el que tenía reservado y estaba en una zona
“mejor”
Luego relacione y supongo que esto lo hicieron para que no contactase con otras agencias y
tenerme controlado para visitarme cada dos por tres ofreciéndome excursiones.
Al día siguiente comprobé que la habitación donde estaba era
mucho más cara que la que pague así que no puedo decir que eso saliese mal si
exceptuamos a los pesados de la agencia a los que mande al carajo la tarde
anterior.
Así que como vi que la vida en la ciudad no era para mí
decidí irme a la estación y coger un tren a Agra, antes de rendirme tenía que
conocer el Taj Mahal.
Por mucho que lo intente me veo incapaz de describir lo que
es la estación y alrededores, suciedad, mierda y zombies (walking deaths) Un
amigo ya me avisó de que hay gente que dice que te quiere ayudar y lo que
pretenden es llevarte a agencias externas todo con el beneplácito de las
autoridades presentes que no te ayudan en absolutamente nada.
Al conseguir llegar a la ventanilla donde me dan un papel con
información indescifrable escrita en Indi, siempre aparece alguno con alguna
acreditación que te quita a otros pesados de encima como si el fuese un empleado
de la estación y pretende ser amistoso y dispuesto a llevarte de una ventana a
otra sabiendo que no te van a dejar nada en claro para al final decirte que por
la niebla el tren que tu quieres coger está anulado, también es mentira, nadie
te ayuda, allí eres un billete con piernas y todos quieren darte un pellizco.
Tras 20 vueltas descubrí un cartel sobre una escalera a la
izquierda de la entrada a los andenes que señalaba donde se encuentra la
oficina de venta de tickets para extranjeros y fue como encontrar un bote
salvavidas en mitad del mar. No era más que una oficina cochambrosa pero al
abrir la puerta me pareció ver el paraíso, aire acondicionado y un sitio donde
sentarme, sin gente acosándome. Se que parece una exageración y seguramente lo era, pero esa era la sensación que tenía.
Allí compre el ticket
para Agra, aun tenía que esperar unas cuantas horas así que intenté buscar algo
que comer pero no tenía fuerzas para salir a la calle con todas mis cosas
encima así que comí algo rápido en una cafetería cutre frente a las puertas de
la oficina de venta para extranjeros y luego compre un par de bolsas de patatas
y agua, todo con muy mal rollo, el tema higiene deja mucho que desear por todas
partes.
En el tren a Agra conocí a un chico y a su madre que estaba
muy interesado en preguntarme por mi país e informarme sobre el suyo, algo que
me resultó curioso es que el chico a pesar de reconocer cuánto daño hicieron
los ingleses allí, les agradecía a ellos que India fuese una nación. Tras
compartir algo de música y probar algo de la comida que su madre llevaba
preparada para el viaje llegamos a Agra.
¡Maravillosa India! Gracias por compartir tu viaje. La echo de menos.
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